Intervenciones

La importancia de una intervención profesional

Es común experimentar malestar a lo largo de la vida, como periodos de ansiedad, bajo estado de ánimo, estrés, insomnio… Cuando estos síntomas provocan malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes, se hace necesaria la intervención de un profesional de la salud mental debidamente formado.

Problemas de salud mental que trabajamos

ansiedadLa mayor parte de nosotros tenemos ansiedad a lo largo de nuestra vida, sin que llegue a generar un malestar clínicamente significativo y siendo en ocasiones adaptativa. Sin embargo, cuando experimentamos sensaciones físicas tales como palpitaciones, sudoración, temblores, sensación de ahogo, opresión en el pecho, náuseas, mareo o miedo a perder el control de forma persistente en el tiempo, con elevada intensidad y sin una explicación lógica aparente podemos estar sufriendo un trastorno de ansiedad. Hay distintos tipos de trastornos de ansiedad, entre ellos destacan las fobias especificas, el trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de pánico…

Estado de animoEstas alteraciones tienen como característica principal una alteración del humor. Pueden aparecer estados de ánimo depresivos o pérdida de interés en las actividades previamente realizadas, junto con insomnio o hipersomnia, fatiga o pérdida de energía, sentimientos de inutilidad o culpa excesivos, pensamientos recurrentes de muerte… en cuyo caso hablaríamos de un episodio depresivo mayor. Por el contrario un estado de ánimo elevado, expansivo o irritable, asociado habitualmente a autoestima exagerada o grandiosidad, disminución de la necesidad de dormir, verborrea, pensamiento acelerado, distraibilidad o agitación psicomotora pueden ser indicadores de un episodio de manía o hipomanía. Cuando estos estados aparecen de forma alternativa se trata de un Trastorno Bipolar. Si sólo aparecen episodios depresivos el diagnóstico es de Trastorno Depresivo Mayor. 

obsesivo compulsivoLos rasgos fundamentales de este trastorno son:

  • Obsesiones: ideas, pensamientos, imágenes o impulsos persistentes que, al menos inicialmente, se vivencian como invasores al irrumpir en la actividad mental de la persona. Suelen ser desagradables, la persona intenta resistirse y neutralizarlas.
  • Compulsiones: conductas o acciones mentales, repetitivas, con una finalidad concreta e intencionada, que se producen por lo general como respuesta a la obsesión. Las compulsiones tienen como objetivo principal reducir el malestar o impedir algún daño. Pueden ser acciones manifiestas o rituales mentales.

Dentro de las obsesiones y compulsiones pueden distinguirse multitud de variaciones en función del contenido de la idea y la compulsión (orden, limpieza…).

Trastorno alimentarioLa característica principal de este grupo de trastornos es la presencia de graves alteraciones de la conducta relacionadas con la comida, el peso y la imagen corporal. Son frecuentes síntomas tales como la pérdida de peso, el rechazo a mantener un peso corporal mínimo, el miedo intenso a ganar peso, la alteración de la percepción de la forma o el tamaño corporal, la amenorrea (en el caso de mujeres postpuberales), los atracones, vómitos u otras conductas compensatorias. Dentro de esta categoría están incluidos trastornos como la Anorexia Nerviosa o la Bulimia. 

DemenciasLa característica esencial consiste en el desarrollo de múltiples déficits cognoscitivos que incluyen pérdida de memoria, afasia (alteración del lenguaje), apraxia (deterioro de la capacidad para llevar a cabo actividades motoras, a pesar de que la función motora está conservada), agnosia (fallo en el reconocimiento o identificación de objetos a pesar de que la función sensorial está conservada), alteración de la ejecución (planificar, organizar, secuenciar actividades). La demencia puede estar etiológicamente relacionada con una enfermedad médica, con los efectos persistentes del consumo de sustancias o con la combinación de ambos.

deterioro cognitivoPueden estar relacionados con haber sufrido un Accidente Cerebrovascular (ACV o Ictus), un traumatismo craneoencefálico (TCE), encefalitis… y pueden suponer dificultades para una o varias funciones intelectuales superiores: memoria, lenguaje, atención…

FibromialgiaSe trata de enfermedades físicas muy relacionadas con los cuadros emocionales asociados a su presencia, conllevan una importante carga de somatización corporal del malestar psicológico. Esto significa que el nivel de sufrimiento y manifestaciones físicas de la enfermedad está especialmente relacionado e influido por el estado psicológico, por lo que puede beneficiarse de psicoterapia. 

Trastorno suenoEs muy habitual que aparezcan alteraciones en el sueño asociadas a otros problemas psicológicos o con entidad clínica propia. En función del caso se abordarán de forma distinta. Los trastornos del sueño pueden manifestarse como problemas para conciliar, despertares nocturnos frecuentes, sueño poco reparador, insomnio postdormicional, pesadillas, terrores nocturnos, hipersomnia… Estas patologías, además de generar malestar y frustración, afectan al funcionamiento durante el día, provocando una mayor irritabilidad, problemas de concentración…  

Trastorno sexualSon manifestaciones, generalmente relacionadas con cuadros de ansiedad o vivencias traumáticas, que suceden en una o varias de las distintas fases que componen la respuesta sexual humana: problemas de deseo, problemas relacionados con la excitación y problemas asociados a la fase de orgasmo. Entre ellos se cuenta la dispareunia (dolor en las relaciones íntimas), el bajo deseo sexual, la eyaculación precoz, la anorgasmia, el vaginismo…

Convivencia familiarSon problemas relacionales que perturban el bienestar y la vida familiar, a la base de los cuales pueden existir otros cuadros clínicos en sus miembros o bien patrones de relación o comunicación problemáticos. Secundariamente, pueden provocar cuadros de ansiedad, bajo estado de ánimo, baja autoestima…

Control impulsoEn esta categoría se enmarcan distintos problemas para controlar el comportamiento, entre los que se cuentan los problemas con el consumo de sustancias, el juego patológico, la adicción a las nuevas tecnologías… En estos casos el paciente pierde la capacidad de decisión, emplea más tiempo del que quisiera o resultaría conveniente, su estabilidad emocional se ve condicionada y perjudicada o existe una interferencia con otras facetas de su vida (ausencias en el trabajo o deterioro de su rendimiento académico).

PsicoticoSe trata de cuadros clínicos en los que son comunes síntomas como las ideas delirantes, las alucinaciones de distinto tipo, el lenguaje o pensamiento desorganizado, las alteraciones de comportamiento, la tendencia a la apatía o aislamiento… En general se plantea una hipótesis de vulnerabilidad-estrés para explicar la aparición de estos trastornos, es decir, que existen algunos factores de vulnerabilidad, como predisposiciones biológicas o genéticas, que se ven activadas con algún desencadenante, tales como vivencias traumáticas, formas de comunicación o relación familiar patológicas, consumo de tóxicos…

Trastorno de la personalidadSon patrones generales de comportamiento, pensamiento, gestión de las emociones y de las relaciones interpersonales desadaptativos. Estas formas de ser comportan una importante interferencia en el funcionamiento de la persona que puede manifestarse en múltiples facetas de la vida (trabajo, estudios, relaciones sentimentales, convivencia familiar, vida social, salud…). Algunos de los trastornos de la personalidad más habituales son el trastorno límite (TLP), el obsesivo, el narcisista, el histriónico, el paranoide o el evitativo. El diagnóstico de estos trastornos se realiza en personas mayores de 18 años.

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